La Pascua se asocia al cristianismo y a una fiesta pagana de primavera que se remonta a mucho antes de Cristo.

La fiesta de Pascua fue primero una fiesta pagana de renovación y renacimiento. Se celebraba al principio de la primavera y ensalzaba a la diosa pagana de la fertilidad y la primavera, conocida como «Ostara», «Eastre» o «Eostre». La palabra «Pascua» encuentra su etimología en el nombre de la diosa. Los pueblos germánicos, conocidos como teutones, adoraban a dioses y diosas paganos y se cree que el origen del conejo de Pascua, las liebres y los huevos se remonta al siglo XIII en Alemania. Debido a sus prolíficas tendencias reproductivas, el conejo se convirtió en símbolo de Eostra. Los huevos, por su parte, se utilizaron como símbolos de fertilidad desde la antigüedad. Originaria de los luteranos alemanes, la «liebre de Pascua» desempeñaba originalmente el papel de juez, evaluando si los niños eran buenos o desobedientes en su comportamiento al comienzo de la temporada de Pascua. Como resultado, el Conejo de Pascua venía, al igual que Papá Noel, con cestas llenas de caramelos, chocolate, huevos de colores y cosas así para los niños.

En el año 325 d.C., el emperador Constantino, partidario del cristianismo, convocó una reunión de líderes cristianos. La más fatídica de sus decisiones fue sobre el estatus de Cristo, a quien el concilio reconoció como «plenamente humano y plenamente divino». Desde entonces, la Pascua es mucho más significativa y sagrada para el cristianismo. El Domingo de Resurrección es una de las principales fiestas cristianas, si no una de las más importantes, y celebra la resurrección de Jesucristo tres días después de su muerte. Es la confirmación de que la muerte de Jesús fue un sacrificio por los pecados de los demás, pero su resurrección representa algo aún más poderoso: el potencial de renacimiento, salvación y renovación de la fe. Por eso, las celebraciones de la Pascua van precedidas de la Cuaresma (tiempo de abstinencia y penitencia), la Vigilia Pascual (cuando se bautiza a los nuevos creyentes) y, a veces, el sacramento de la confesión. Tras una temporada de desprenderse de malos hábitos y resistirse a las tentaciones, la Pascua es la oportunidad perfecta para que los cristianos vuelvan a comprometerse con sus creencias.

¡Independientemente de cómo usted celebra este día de fiesta, todos nosotros en Carlos E Sandoval, PA le deseamos a usted ya su familia una Pascua verdaderamente bendecida y especial!